sábado, 6 de enero de 2018

La tentación

Nos parecía tan lejano hace unos días y ya estamos a 2 de enero.
Hoy, “los adultos” empezamos el año.
Empezamos porque hay que volver al trabajo, volver a luchar por entrar en esos vaqueros (yo, la verdad, los tengo todos elásticos y ese disgusto que me quito), y lidiar con las deudas contraídas el año pasado.
Y si hasta hace unos días rezamos para que acabar pronto este añito, ahora comenzamos a rezar para que este sea mucho mejor.  Y prometemos portarnos bien y resistirnos a toda tentación.



Pero caemos.  La carne es débil (yo negaba este hecho hasta que conocí a un morochito lindo que … ¡mejor me callo!).  Y es que pensamos que sólo podemos aguantar o rendirnos, pero ante la tentación tienes más de 2 opciones: hay 5 posibilidades en realidad.

1) Resistir a la tentación, y mortificarte porque lo que quieres es caer en ella sin contemplación.
2) Caer en la tentación sin contemplación, y sufrir la penitencia porque sabes que nunca deberías haber caído.
3) Alternar las opciones 1 y 2, y no se diga más, que ya lo dice el refrán:  en el pecado va la penitencia.
4) Intentar aburrir a tu tentación hasta que deje de insistir: 
- ponte pesado tú también, y da excusas moralistas;
- di que no, y di que sí;
- ponte celoso, y ponte indiferente;
- di que lo vas a contar todo, y di que te avergüenza que alguien lo sepa;
- halágale, y después desmoralízale;
- date a valer ahora, y ruégale luego;
- amenázale, y sé condescendiente;
- insiste hoy en una relación seria, y mañana en que no le quieres ni ver;
- hazle la cobra 100 veces, y cómele … hasta los sentidos una de cada 10;
- ... y vuelta a empezar con lo de ponerte pesado.

Nota: Hasta aquí, las he probado todas ... varias veces ... con la misma tentación ... durante muchos meses … ¡Un fracaso total y rotundo!

Pero hay una última posibilidad infalile.
5) Búscate una tentación de mejor calidad.  Si en el pecado vas a caer igual, que la penitencia merezca la pena, ¿verdad?.

Nota:  Esta última opción nunca falla, salvo porque, tarde o temprano, la ruleta de opciones debe volver a girar.


¿Cómo lleváis vuestras tentaciones, mis Gatunos?