Nos parecía tan lejano hace unos días y ya estamos a 2 de
enero.
Hoy, “los adultos” empezamos el año.
Empezamos porque hay que volver al trabajo, volver a luchar
por entrar en esos vaqueros (yo, la verdad, los tengo todos elásticos y ese disgusto
que me quito), y lidiar con las deudas contraídas el año pasado.
Y si hasta hace unos días rezamos para que acabar pronto
este añito, ahora comenzamos a rezar para que este sea mucho mejor. Y prometemos portarnos bien y resistirnos a
toda tentación.
Pero caemos. La carne
es débil (yo negaba este hecho hasta que conocí a un morochito lindo que … ¡mejor
me callo!). Y es que pensamos que sólo
podemos aguantar o rendirnos, pero ante la tentación tienes más de 2 opciones:
hay 5 posibilidades en realidad.
1) Resistir a la tentación, y mortificarte porque lo que
quieres es caer en ella sin contemplación.
2) Caer en la tentación sin contemplación, y sufrir la
penitencia porque sabes que nunca deberías haber caído.
3) Alternar las opciones 1 y 2, y no se diga más, que ya lo
dice el refrán: en el pecado va la
penitencia.
4) Intentar aburrir a tu tentación hasta que deje de
insistir:
- ponte pesado tú también, y da excusas moralistas;
- di que no, y di que sí;
- ponte celoso, y ponte indiferente;
- di que lo vas a contar todo, y di que te avergüenza que
alguien lo sepa;
- halágale, y después desmoralízale;
- date a valer ahora, y ruégale luego;
- amenázale, y sé condescendiente;
- insiste hoy en una relación seria, y mañana en que no le
quieres ni ver;
- hazle la cobra 100 veces, y cómele … hasta los sentidos
una de cada 10;
- ... y vuelta a empezar con lo de ponerte pesado.
Nota: Hasta aquí, las he probado todas ... varias veces ...
con la misma tentación ... durante muchos meses … ¡Un fracaso total y rotundo!
Pero hay una última posibilidad infalile.
5) Búscate una tentación de mejor calidad. Si en el pecado vas a caer igual, que la
penitencia merezca la pena, ¿verdad?.
Nota: Esta última
opción nunca falla, salvo porque, tarde o temprano, la ruleta de opciones debe
volver a girar.
¿Cómo lleváis vuestras tentaciones, mis Gatunos?