A veces descubrimos a alguien que nos mira como si quisiera descubrir nuestros más íntimos secretos. Otras, las menos, a alguien que no necesita mirarnos para conocerlos. Y alguna más, hay que miramos y nos miran ... y ahí nos perdemos.
Hoy no tengo mucho más que contar, salvo que ya te echo de menos, cuando aún recién te vas.