jueves, 14 de septiembre de 2017

Querida Inés de 15 años

¿Qué tal las vacaciones, mis Violetines?
Las mías han tenido un poquito de todo, así que no me quejo del cómputo final.
Hoy traigo una publicación distinta. 

Tengo una sobrina postiza que recién descubre las mieles y las hieles de la amistad.
Nos ve a un grupo de buenos amigos (entre ellos, sus padres) y comienzan las dudas.  Quiere lo que ve, así:  ya hecho.

Inés no sabe que en estos años de pandilla hubo encuentros y encontronazos a porrón.
Mujeres y hombres nos conocimos hace 34 años (cada sexo en su barrio), y hace 27 que nos amalgamamos.  Bueno, la última adquisición varonil fue hace 18, pero parece que lleva toda la vida con nosotros.
En ese grupo dispar, entraron elementos que no acabaron de encajar;  y otros desaparecieron poco a poco.  A todas las recordamos desde el cariño con sus más y sus menos.  El resto, fuimos adquiriendo personalidad e intimidad, conformando una esencia que nos gusta.

Los que quedamos, llevamos más del 75% de nuestra vida juntos, y eso se nota.  Por eso, cuando Inés duda si hallará alguien que la quiera (y a quién querer) como lo hacemos nosotros, le explicamos que es fácil y complicado a un vez.

Cuando cumplió 15 años, le hice un regalo especial:  le hice un álbum de scrapbooking para que ponga las fotos de sus amigos, los que están, los que vendrán y los que se irán.  Y con ese álbum, creé esta desiderata especialmente para ella.




<< Querida Inés de 15 años. Mi niña bonita.

Sé que tienes muchas dudas sobre la amistad verdadera.
Tú no crees esas patrañas que escribe la gente sobre los amigos de toda la vida.
Haces bien. No creas más que lo que vivas.

Los amigos no se buscan.  Son ellos los que te encuentran.
Ellos buscan tu alma bajo todas esas capas que decimos que no tenemos.
Ellos ven la luz al fondo de tu alma.
Y comprenden, entonces, que tenéis algo en común que os hace uno, siendo más.

No te afanes en buscar amigos: Inés.  Deja que den contigo, y encárgate sólo de mantenerlos.
¿Qué cómo se hace eso?  Descubriéndolos tú también en los detalles diarios.

No te importe si parecéis muy distintos para congeniar. Cuando pasen los años sabrás que lo único que une es que sintáis igual ante la vida.

Al correr del tiempo comprenderás que unos sólo te acompañaron una parte del camino, y otros morirán a tu lado (aún si ya se han marchado).
El recuerdo perdura por siempre, y alumbra toda la vida de ambos.

Por eso te digo, Inés querida, que atesores los momentos.
Cada uno es como es, y todos tenemos nuestros defectos (aunque ya sabes que los Leo tenemos menos … pocos … muy pocos … casi ninguno).
Quédate con lo bueno, y disfruta los detalles pequeños, que son los que llenarán tu alma de mujer que ahora empieza a florecer.

¡Feliz cumpleaños, Inés!

>>


Nota:  El álbum que le regalé aparecerá en unos días en mi web artesana Charitinas, caprichos artesanos

Y tú, mi Violetín: ¿Estás contento con tus amigos?  ¿Y ellos contigo?  ¿Le confiarías tu vida o la de tus hijos? ¿Y viceversa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario