Llevaba demasiado tiempo sin escribir. Mentira: llevaba demasiado tiempo sin dejaros leer nada de lo que escribía, que es distinto. Yo siempre escribo. Más o menos. Más acertado o menos difuso. Pero siempre escribo. Mis dedos acarician o rasgan el papel, con la misma paz o ansia con la que vivo.
Tras los últimos exámenes, por fin me relajo un poco.
Vuelven las ganas, y también el tiempo libre, para salir y entrar con los amigos: un café, una charla, un paseo por el río, la piscina, la playa, ese viaje a Córdoba que siempre voy dejando aparcado, ...
Hoy vuelvo a cambiar la tinta por las teclas y os dejo algo que escribí desde el pánico.
Tengo a alguien muy cerca que me teme tanto, que ¡aún me sigue bloqueando!.
Pero también es cierto que yo le tengo aún más miedo. Antes, se lo tenía por otro motivo, y hoy en día por mucho más.
¿A quién le temía Caperucita? ¡Sólo al lobo feroz!
¿Quién os da miedo, mis Gatunos?
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