Una noche, de esas largas y brumosas, le imaginé con otra y lo tuve claro. Es asombrosa la claridad que generan los celos.
Y aunque Manuel se empeñe, elijo no ser celosa. Yo es que soy más de mariposas borrachas por mis pechos que de gusanos comiéndome las entrañas. (¡Donde esté el glamur, que se quiten las musarañas!)
Si no puedo ser yo misma, lo mismo es mejor no ser.
Deseo verte cuando necesite paz, solo si tu me miras. Quiero esconderme en tus manos si el mundo es hostil. Quiero pensarte y sentir: de aquí soy.
Y si tengo que luchar contra mi casa, ya no quiero vivir en ti.
Te quiero así: libre y seguro.
Me gustas si me rechistas y cuando transpiras.
Te miro y veo en ti a mi abuelo, a mi padre, a mis amigos, a nuestros hijos ...
Te quiero así: solo tuyo ... ¡y tan mío!
Buenas noches, mis Gatunos.
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