¿Por qué? Porque nadie podrá hacernos vivir esos instantes otra vez. Porque vendrán otros muchos, pero nada ocurre dos veces del mismo modo.
Porque es mejor amar y no ser amado nunca, que no amar jamás por mucho que nos amen. Por eso te recomiendo darlo siempre todo, sin esperar nada a cambio, y así llevarte siempre sólo lo mejor.
¿Que te mintieron al final? Bueno, ¿y qué? Sólo se engañan ellos. Tú ya te llevaste esos momentos de dicha. Atesóralos, que sólo un alma libre de pecado podrá disfrutarlos.
Regocíjate, que hay quien no ha tenido la dicha aún de amar así, de frente y sin miedo, como sólo se entregan los valientes.
Feliz lunes de Pascua, mis Violetines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario