De un modo u otro, hoy es nuestro aniversario.
Las semanas volaron y sobrevivimos al requiebro del reloj que me atosiga, el mismo reloj que no quieres mirar.
Me cuesta mirarle feliz y no verte. Me duele su cuerpo liviano sobre el mío y que no pese. Me escuecen sus labios dulces y que no quemen. Me atormenta su abrazo tierno, y que no sea fuerte. Me mata que no seas tú.
Y así seguimos, día tras día, acumulando fechas sin sentido y sin sentirnos. Callando y borrando el camino de vuelta ... de vuelta a donde nunca debimos llegar o, tal vez, partir.
Aún brilla mi nombre en tus ojos cuando paso. Aún tengo miedo de mirarte y que tu corazón baile en mi alma. Aún no sé cómo sobreviví.
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