lunes, 31 de octubre de 2016

Definiciones y etiquetas

Hola, mis Valentines. ¿Cómo estamos hoy?
Hoy tenía ganas de hablaros de una discusión por escrito que tuve hace unos días.
Soy seguidora del canal de Youtube Pretty and Olé porque algunos de sus videos me parecen interesantes.
En uno de los videos (Porqué no soy Vegetariana), como no, se comenzó la típica dialéctica entre la bondad o no de las dietas vegetarianas y veganas.
No recuerdo quién, pero una persona vegetariana comentaba que no le gustaba que la llamaran vegetariana.  A lo que alegué que indicar que un vegetariano es vegetariano no es una etiqueta, sino una definición-aclaración.

Por ejemplo:  yo estoy gorda (porque me sobran algunos kilos, según la definición del diccionario).
Si alguien comenta que estoy gorda en el transcurso de una conversación, no me está etiquetando de gorda y no puedo ofenderme (otra cosa es el poco tacto con que lo comente, vale, o que sea repetitivo).
Sería distinto si esa persona me llamara "tú, gorda" (en vez de por mi nombre), o se refiriera a mí como "la gorda".  En este caso, yo me acordaría mentalmente de su madre (porque yo no digo palabrotas) y le mandaría personalmente con esa madre para que le enseñe educación básica.
Si yo no quisiera que alguien dijera que estoy gorda, bastaría con perder los kilos que me sobran.  Pero no tengo un trauma por esos kilos, y por tanto no me ofende serlo.  Sólo me molestaría cuando se dice con intención denigrante.  Eso sí, no ofende quien quiere, sino quien puede.

Del mismo modo, si alguien que no come carne, no quiere que le llamen vegetariano, debería ampliar sus hábitos alimenticios en dirección a la carne.  ¿Por qué? Porque los vegetarianos son los que no comen carne (lo dice el diccionario). ¡Fácil!
Si no quiere que la distingan como vegetariana, tal vez no sea algo de lo que quiera presumir en cada situación de su vida.
Comprendo que se ofenda si alguien se burlara de esa persona por ser vegetariana.  Ahí, le doy toda la razón.  Pero no puede uno ofenderse porque le llamen lo que dice el diccionario que es.


Luego hubo otras discusiones que ya son para otro día.  Pero, desde luego, aprendí mucho de ellas.

Escondida

Cuando el pasado te persigue ... o te acabas encontrando con él, o te encuentra cuando menos te lo esperas.
Deja ir al pasado, para que no vuelva a hacerte daño otra vez.
Para que venga lo bueno a tu vida, recuerda siempre dejar espacio libre.  Olvida lo que ya no te vale porque no era para ti (si es el caso, agradece todo lo bueno que te dio).


Triunfa en la vuelta al cole (5): Mi plan UPITO para organizarte


Nota:  Puedes ver una adaptación de estos consejos en Triunfa en la vuelta al cole (3): Mis 8 llaves para optimizar el tiempo

Muchas veces nos despertamos sin ganas de nada, hacemos como que trabajamos todo el día y nos acostamos agotados con la sensación de no haber hecho gran cosa.  ¿No te preguntas porqué?  La respuesta es que no organizamos nuestras tareas ni por asomo.
Te presento mi Plan UPITO para hacer más y mejor.

1) Salta de la cama con alegría

Despiértate temprano, una ducha rápida, la colonia de baño, y un buen desayuno (sin falta) con leche, cereales y alguna fruta.
¿Tienes tiempo para una caminata de 30 minutos?  Si es así, ¡estupendo!, esto te despeja para todo el día y aprovechas para comprar el pan.  Si no, déjalo para más tarde, o procura caminar bastante a lo largo del día.
Respira hondo, que hay que coger al toro por los cuernos.

2) Recoge un poco tu lugar de trabajo/estudio

El color naranja claro te hará sentirte animado/a y optimista.  Recógete el pelo porque te va a estorbar.  Si trabajas en casa, ponte ropa cómoda;  pero nunca vieja o sucia.  
La tarde-noche anterior debiste dejarlo todo recogido.  Échale un vistazo. ¿Todo bien o es un desastre ya?
No soy muy dada a usar un idioma extranjero pero, como cantaba Stevie Wonder … Don’t worry, be happy.  Y si no eres happy (feliz), bebe un vaso de agua, que vamos a lograr que seas un poquito más feliz.
Todo funciona mejor sin distracciones, y anima más a hacer las cosas. Recoge tu espacio (haz las camas, limpia la mesa, ordena tu escritorio, etcétera).  Estas simplezas te darán la sensación de que ya tienes algo hecho y ya has empezado.
Antes de coger los materiales que necesites, usa rutinas rápidas que te hagan sentir cómoda: abre las ventanas, pon música alegre (o suave, si necesitas concentración), enciende incienso, tómate una infusión, ...
Si trabajas sentado, prepara el escritorio o tu mesa de trabajo con la primera entrada de esta serie: Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa delestudiante

¿Lo tienes todo a mano? P’alante, sin distracciones por el camino.

3) Pregúntale a los que saben de esto:  tu calendario mensual y tu agenda.

Hablaremos con más detenimiento de cómo se usa la agenda en publicaciones siguientes de esta serie.  Si aún no tienes tu agenda, te recomiendo las agendas personalizadas de Charitinas.
Aunque al principio te cueste, sé constante en esto y verás pronto los resultados.
Coge la agenda y revisa lo que tienes que hacer (y que anotaste anoche, por supuesto).  Organízalo a lo largo del día, atendiendo prioridades:  lo Urgente, lo Prioritario, lo Importante, y TOooodo lo demás.
Administra bien el tiempo, porque se desperdicia mucho en tonterías.  Y ponte una hora tope para cada cosa, para no distraerte demasiado.

4) El plan UPIto en detalle

Aunque no lo parezca, sólo unas pocas tareas nos dan muchos beneficios (por ejemplo, mantener el orden y limpiar), y una gran mayoría las que nos quitan el tiempo (tener que ordenar y limpiar cada dos por tres). Céntrate en hacer bien lo importante, y el resto vendrá solo.  Si dudas, pregúntate porqué tienes que hacer algo, y qué pasaría si no lo hicieras.
Este es el plan UPITO, algo sencillo pero eficaz para saber qué tienes que hacer:
- U - Si tienes algo URGENTE que hacer, ¿qué haces leyendo esto?.  Corre, que no espera.
- P - Encuentra lo que es PRIORITARIO y resáltalo.  Las citas no pueden esperar, ya sean una reunión, el médico, el veterinario, el examen o la sesión golfa.
- I - Entre hueco y hueco de tareas urgentes y prioritarias, ve haciendo las IMPORTANTES, así todo marchará bien.  Empéñate en hacer esto con eficiencia para no tener que repetirlo.
- TO - En los momentos bajos o de descanso, haz TODO lo demás (lo rutinario), como vaciar las papeleras, doblar la ropa, ordenar los cajones, etcétera.

5) Los 5 consejos que ya habrás escuchado mil veces:

(1) Las cosas más difíciles se hacen lo antes posible, para que te coja más despejado.  Y es que rendimos más al poco de despertarnos (salvo que te acostaras a las tantas, claro).
(2) Descansar es tan importante como hacer.  Par ser efectivo y mantenerse concentrado hay que relajarse unos 5 minutos cada hora de trabajo.  Levántate, pasea, charla un ratito, mira el móvil, pica algo para reponer energía (un descafeinado o algo con azúcar) … y a seguir con lo que te dice la agenda.
(3) Si te sientes cansado, puedes aliviar la fatiga mental con aromas de eucalipto, romero y vainilla.
(4) A veces surgen imprevistos ineludibles de última hora.  Hazlos según su nivel de urgencia o prioridad, y anota en tu agenda lo que no puedas hacer (en las tareas pendientes).  Así, si un día ocurre una urgencia, algo interesante o simplemente no te encuentras bien, podrás plantearte sólo hacer lo imprescindible primero, y ya irás añadiendo tareas importantes si vas teniendo tiempo.
(5) Si se tercia, fotografía el resultado de tu trabajo para copiarlo o mejorarlo en veces sucesivas.

6) Se acabó por hoy:  mañana más y mejor

¿Cómo te fue?  Seguro que mañana lo harás incluso mejor.  Ya puedes repasar tu agenda y planifica el día siguiente.
Recoge tu espacio:  orden, limpieza y ventilación hacen maravillas.  Despídete de tus macetas y animalitos, verás que lustrosos están mañana.
Relájate, pon a ventilar tu habitación mientras cenas algo ligero (con algo de fruta o un lácteo).  Y mientras haces la digestión, puedes preparar la ropa del día siguiente, leer, hacer un sudoku o llamar por teléfono.
Y ahora, a dormir del tirón, porque te lo has ganado y ya lo tienes todo listo para triunfar mañana.

Buenas noches, mi Valerín.


lunes, 24 de octubre de 2016

Mi horóscopo y la depre

Mi horóscopo dice que esta semana tengo que a estar depresiva … Yo he decidido que no quiero, no quiero, y no quiero.
No es por llevar la contraria (cosa que me entretiene, la verdad).  Tampoco es que no me guste mi horóscopo (cosa que me encanta, por supuesto).
Es simplemente que no quiero estar depre sin motivo … hummm … bueno, vale, lo mismo sí que tengo motivos, pero no importa.
No pienso estar depre porque es que tengo muchas cosas que hacer y cuando uno está alicaído la agenda no avanza.


Aquí os dejo un poemilla algo nostálgico para que se contenten los que escriben mi horóscopo, que no los he visto yo muy inspirados esta semana.

Poema con fondo del río Guadalquivir y la Giralda a lo lejos, visto bajo el puente de Triana

Si les pasa a ellos, tampoco es acoso

Hace unos días leí una noticia en un periódico.
Me fijé por casualidad, ya que la noticia se contaba en 46 palabras, incluido el titular.
El titular reposa:  << El Govern descarta el acoso a la niña de Palma. >>
Y el texto fluye con estas premisas estancadas:
- La niña de 8 años agredida en un colegio no sufría acoso.
- Los golpes se debieron a un forcejeo espontáneo por una pelota
- No hubo intencionalidad previa.

Jilguero en el Puente de Triana

Sigo bebiendo después en otras fuentes.
- La niña de Mallorca fue víctima de una agresión y no de acoso, afirma Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior.  Insiste, a su vez, en el esfuerzo de la Administración General del Estado para proteger a los menores de este tipo de situaciones, poniendo de ejemplo el Plan Estratégico de Convivencia Escolar del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
- La Consejería ha calificado la agresión de leve, la Fiscalía de menores le quita hierro al asunto, y el centro educativo permanece en absoluto silencio frente a los padres de la agredida.
- En Baleares se han multiplicado los casos de acoso y ciberacoso, agresiones a docentes y conflictos graves en el entorno escolar, siendo las autonomías con más problemas en este terreno.

Y se quedan así, tan panchos …
Y yo me quedado de piedra.  Se me tiñeron los ojos de ceniza al comprobar cuán tramposa es la Justicia.
Y me pregunto qué ha pasado, cuando días antes, la portavoz adjunta del Govern, Fina Santiago, calificaba los hechos como absolutamente inaceptables y sin excusa alguna, con unas consecuencias físicas importantísimas.

Voy a hacer una acusación en toda regla:  seguro que alguien de la junta directiva de ese colegio (Colegio Público Anselm Turmeda en la barriada de Son Roca) está muy apegado a alguien importante de la Consejería de Educación y Universidad Balear.

Ojalá no les pase a uno de sus hijos, sobrinos, nietos o conocidos lo que a esta criatura de 8 añitos.
Porque si les ocurre, tendremos que recordarles que:
- molestar, menospreciar, insultar y amenazar no es acoso.
- encerrarle en clase y que ni los profesores se den cuenta, no es acoso ni negligencia por parte del colegio
- pegarle de vez en cuando no es acoso
- que le inmovilicen para que 12 niños le pateen, no es acoso.
- Y si resulta que esos 12 niños le superan en 4-6 años, eso tampoco es acoso
- Que no haya nadie vigilando el recreo, no es negligencia
- que ningún profesor se de cuenta de que le han pegado una paliza, no es negligencia
- que el profesor/a argumente que el niño al que le han pegado una paliza se ve estupendamente, no es negligencia
- Que nadie se le cuente a su madre que a su hijo le han pegado una paliza, es lógico
- que haya sido la propia madre quien se haya dado cuenta de que a su hijo le han pegado brutalmente, y haya tenido que llevarla al hospital, es lo normal
- que el niño agredido tenga que estar varios días hospitalizado, es lo menos que se puede esperar.
- que esos matones (menores de edad, pero matones) sigan acudiendo al colegio como si nada, es algo justo.
- que desde el colegio se les avise a los matones que sigan que cayeron jugando sobre el agredido, es lo de menos.
- que el colegio esté presionando a todos los alumnos para que no hablen, es lo que haríamos todos
- Una fisura de costilla, desprendimiento de riñón, un hematoma en la cabeza y múltiples contusiones, bueno, a quién no le pasa.
- si el menor puede morir por lesiones en zonas vitales, a quién le importa.
- que los padres de los matones le llamen diciendo que no tienen nada que ver con la paliza que le han dado a su hijo, es algo comprensible.

Total, si sólo es un niño como otro cualquiera, qué más da si no es acoso y es sólo una casualidad … ¿O acaso no sería así, si en vez de ser una niña ignota es el hijo de un político, o el hijo de algún profesor de ese colegio?


martes, 11 de octubre de 2016

Triunfa en la vuelta al cole (4): el calendario mensual

Un calendario mensual es un sistema de apoyo para tu agenda, que te ayuda a controlar mejor tu productividad a l/p.
Si quieres ver ejemplos de calendarios mensuales, puedes visitar  esta entrada del blog de Charitinas, caprichos artesanos, o en su página de calendarios mensuales.

¿Qué debe contener un calendario mensual?

Los apartados mínimos son:
  • un calendario bi-anual o tri-anual, a 1 página, para poder ver a la vez este año y el siguiente y/o el anterior
  • un calendario del año anterior a 1 página,
  • un calendario del año actual a 1 página,
  • un calendario del año siguiente a 1 página, y, por supuesto
  • todos los meses del año actual, en vista mensual, a 1 página c/u.


¿Cómo debe ser tu calendario mensual?

Pues debe tener una característica importante: que sea práctico.  Lo primordial es que quieras usarlo.  Da igual que tenga todos los apartados anteriores.  Si no te animas a darle uso, es para nada.

1) Lo primero que te recomendaría es que tenga el tamaño apropiado.  Si lo vas a tener colgado detrás de la puerta, puede ser grande.  Pero si va a estar en tu tablero de corcho, depende del espacio que quieras reservarle (en grande, o sólo un cuarto del tablón).  Si además, pretendes llevarlo en el bolso, ya ni te cuento lo que debería reducirse.
Mi recomendación:  tamaño folio o medio folio tras la puerta o en el tablero;  o bien uno que quepa en el bolsillo de tu agenda.  Es lo más práctico a la hora de organizarse:  tenerlo siempre a la vista o siempre a mano.

2) Lo segundo es que te sea cómoda al verla:
  •  fechas claras, con los festivos en rojo
  •  con suficiente espacio en los recuadros de cada día
  •  con espacio para otras anotaciones en los márgenes
  •  con una página por cada mes para que puedas anotar particularidades
  •  que cada mes incluya un contador de semanas.

3) Lo tercero es la personalización (customización es un anglicanismo y, de paso, una catetada): 
  •  Elige un modelo que combine contigo, con tus gustos, tus colores, tu estilo.  Charitinas, caprichos artesanos te lo hace a tu capricho en un periquete, y a buen precio.
  •  Ponle tu nombre.  Que tú sepas que es tu calendario, y el calendario sepa que es tuyo y está para servirte.  Ya sé que parece una tontería, pero esa idea mutua de posesión ayuda psicológicamente.

¿Cómo usar tu calendario mensual?

Una vez establecidas las relaciones entre tu calendario mensual y tú, anota en un papel lo que es importante para ti a nivel de organización. 
¿Lo tienes ya claro?  Ahora apunta antes de nada en cada mes: (en ese orden y tachando lo que no proceda)
  •  los festivos y las vacaciones
  •  las citas médicas como vayan surgiendo
  •  las renovaciones:  el dni, el inem, el seguro del coche,
  •  fechas de los pagos de suministros (agua, luz, gas, teléfono, seguros, etc.)
  •  Fecha máxima de entrega de trabajos, estudios (anota también el día que los entregaste si fue antes o después)
  •  Cuándo tienes exámenes y otras pruebas
  •  los días que trabajas y los que te ausentas del trabajo (ya verás como luego la nómina está clara)
  •  los días que vas a clase y los que no vas (anota el motivo).
  •  Eventos a los que quieres acudir:  cursos, seminarios, ferias, exposiciones, etc.

Ahora ya tienes en tu calendario mensual todo lo importante.
Con esto a la vista, podrás ver los huecos que quedan para las tareas del día a día y dar el máximo de ti mismo y organizarte día a día.
Tenlo siempre presente, y no se te olvidará nada de nada.  ¡Disfrútalo!

Nota:  no te olvides de comprar tu calendario mensual del siguiente año con antelación (3 meses antes), para así poder planificar eventos que ya conozcas o a los que debas anticiparte.



lunes, 10 de octubre de 2016

Una década ya

Hay momentos en la vida en que el tiempo se para.
Pero también hay épocas en las que el tiempo vuelve atrás ... pero que muy atrás.  Y ahí nos quedamos, hasta que un golpe de realidad nos desvela.  Y nos zarandea y nos repite, que nunca hay vuelta de nada, porque no hay nada más.


Depresión postvacacional

Buenas noches, mis Valentines.  ¿Cómo empezamos la semana?
La semana pasada estuve en un curso intensivo, y apenas puedo percatarme de ello.  Pero hoy, lunes ya, sigo con mi síndrome postvacacional.
¡Y eso que no me fui de vacaciones!



Hoy estuve leyendo el blog de Isa, a quien conocí en el curso de la semana pasada (menudo equipo formamos entre 12 personajes buenos). En su entrada de hoy, Duda existencial, habla de los que van sembrando amarguras en vidas ajenas.  ¡Y mi depresión posvacacional me bajó de golpe, como la regla!

Tengo unos vecinos especialmente problemáticos.  No es que se droguen ni armen fiestas de madrugada, ni nada de eso, no.  Es que son amargantes.
Todo el mundo tiene un vecino tocapelotas y yo también lo tengo.  En el bloque, en el barrio, y en muchos otros sitios, lo conocen por su nombre, su apodo y un par de apodos chistosos (y alguno que otro insultante que no mencionaré).  Llamémosle, por preservar su privacidad, mi vecino Totoro.
Y no está solo.  Está él … y su mujer, que es peor que él, pero por lo bajini.  Llamémosle la Totora, seguidme el juego.

Jubilados ambos ya, Totoro y Totora, se tiran unas vacaciones de escándalo, de al menos 3 meses.  Son 3 meses de escándalo para mí, que los tengo enfrente.
Pero claro, las vacaciones se acaban.  Y se acaban demasiado pronto siempre.  Tanto, que si pudiera, les pagaba las vacaciones todo el año, aún apenándome por los pobres vecinos que les soportan esos meses de vacaciones (que nos consta con testimonios que les ocurre lo mismo que al resto de mi edificio).

Ya os iré soltando perlitas de esta pareja de desgraciados.   
¡Ay, se me acabó la paz hace 2 semanas!  ¡Terrible, mi depresión postvacacional!.



¿Cuántos Totoros/as hay en tu vecindad más cercana?

Un saludo, mis Valentines.

sábado, 1 de octubre de 2016

La gente está fatá'

El fin de semana pasado, alguien que decía que me apreciaba mucho malinterpretó mucho-mucho-mucho mis palabras. Y como una cosa lleva a la otra (y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid), decidió insultarme públicamente en una red social. Y no sólo eso, también exigía una disculpa pública por la afrenta a su persona (bueno, tal vez no pudiera expresarlo con esas palabras, pero más o menos eso). Y, ¿digo yo? ¿Es tan difícil hablar las cosas en persona?, ¿Hay que pensar mal de alguien de buenas a primeras (sobre todo donde es imposible hacerlo)? ¿Tan pronto se llega del cariño a la desconfianza? ¿Y de la desconfianza a lo irrespetuoso? ¡Así nos luce el pelo, mis Valentines!

No quiero nada

Hay días en que una no está pá' tonterías, y se lía la manta a la cabeza, y dice aquello de <<¡Hasta aquí hemos llega'o!>> ... y manda al cuerno a todo el mundo. ¿Te suena de algo?

Triunfa en la vuelta al cole (3): Mis 8 llaves para optimizar el tiempo

Valerín, hace un mes que se acabaron las vacaciones, que empezó el nuevo curso, que volvimos al trabajo, y que volvió a casa ese vecino al que nadie soporta.
El sol se va apagando cada día un ratito antes, y se enciende un ratito después.
Pero eso no significa que tengamos que vestirnos de otoño el alma. Aquí lo único que se caen son las hojas, porque los ojos los vamos a tener bien despiertos para despuntar como nadie en este otoño bendito.
Yo tiendo a tener muuuuuchos imprevistos en mi vida. Para que eso no me agobie, planifico todo lo que puedo en mi agenda, que os comenté en la página de bienvenida que se llama Valeria. Os doy las 8 llaves que abren y cierran mis relojes.



1) ¡Buenos días, mi Valerín!

Lo primero del día: despiértate temprano, agradece (a Dios, al Universo, a quien comparta tu casa, o a tí mismo) que sigues vivito y más o menos coleando. Dúchate (no más de 5-10 minutos) y desayuna bien. Esto es siempre lo más importante, si no, tú día cojea.
Si puedes, sal a dar un paseo de 30 minutos a 1 hora a buen ritmo.  Así te despejas y el día va ya de corrido. Pasea al perro, al gato, a tu abuelo o a ese vecino amargado que nadie quiere … Verás qué bien os sienta a los dos.
Si no has podido caminar, no te preocupes:  vete andando al trabajo o da el paseo por la tarde.

Ahora sí, empezamos el día con ganas:  haz unas pocas respiraciones profundas, que allá vamos.

2) Tu lugar de trabajo o tu escritorio

Si trabajas sentado, prepara el escritorio o tu mesa de trabajo.  Te recomiendo ver la primera entrada de esta serie: Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante
La noche anterior debiste dejarlo recogido.  Échale un vistazo.  ¿Tienes tu plantita cerca?  ¿Encendiste la luz ya?  ¿Cogiste agua fresca para todo el día?
Riega la planta, enciende la luz y bebe un buen trago de agua.  Coge lo necesario para comenzar a ser efectivo.

3) La agenda por bandera

Coge la agenda, ábrela y revisa todo lo que tienes que hacer (y que anotaste anoche, por supuesto).  Organízalo a lo largo del día, atendiendo prioridades:  lo urgente, lo prioritario, lo importante, y toooodo lo demás.
Hablaremos con más detenimiento de cómo se usa la agenda en la siguiente publicación de esta serie.
Si aún no tienes tu agenda escolar, te recomiendo las agendas personalizadas de Charitinas.
  • Anota primero las citas ineludibles y luego las tareas urgentes. 
  • Ejecuta las tareas más difíciles en las primeras horas, cuando rendimos más porque estamos más despejados. 
  • Haz las tareas importantes con esmero, para no tener que repetirlas. 
  • Programa descansos de 5-10 minutos cada hora más o menos. Relájate lejos de lo que estabas haciendo, y así evitarás “quemarte”. 
  • Cuando ya estás más cansado, tómate un respiro con un café o algo de picar.  Ese aporte de cafeína, azúcar o lo que sea, te devolverán tu energía. Mientras te recuperas del todo, resuelve tareas rutinarias.  Por ejemplo, yo doblo la ropa u ordeno mis cachivaches mientras veo un trozo de película (sí, las veo a plazos). 
  • Programa al menos una hora diaria para imprevistos de todos los días.  Eso te dará margen por si alguna tarea se alarga más de la cuenta o te llaman por teléfono todos tus amigos.

4) Distracción mala, mala, mala

Deja muy poco hueco a las “distracciones”.  No mires el correo electrónico antes de haber terminado una tarea importante.  Igual  pasa con las redes sociales:  cuando termines la segunda tarea importante del día, podrás echarles un vistazo de 10 minutos (ni uno más).  Y así sucesivamente.

5) Se acaba el día

¿Lo has hecho más o menos todo?  ¡Óle!
Si no es así (a pesar de que te has esforzado), no te frustres, no pasa nada.  Lo has hecho todo lo mejor posible y mañana tienes otro día para seguir dándolo todo.  Tu agenda te echará una mano.

6) Despídete de tu agenda

Lo último del día es revisar tu agenda y planificar el día siguiente. 
Si tienes dudas sobre cómo se planifica en la agenda, revisa la siguiente publicación de esta serie (en una semanita). La primera es:  Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante

7) Adelanta trabajo para mañana

Recoge tu lugar de trabajo. Deja todo ordenado, límpialo un poco y ponlo a ventilar para que mañana esté despejado.  Despídete de tu plantita hasta el día siguiente.

8) Relájate antes de dormir

Pon a ventilar tu habitación. Ahora, una cenita ligera donde no falte fruta o un lácteo. Para no acostarte con la digestión a medio hacer, prepara mientras la ropa del día siguiente y lee un ratito o haz un sudoku. Ya puedes dormir tranquilo porque ya lo tienes todo previsto.  Eres una persona de pro.  Buenas noches, mi Valerín.


¿Qué te parecen mis llaves, Valerín?