Hace muchos años conocí al moreno de mis sueños. Se quedó en eso, por supuesto: pura quimera ... 😞
¡Cómo envidiaba las escasas rosas de su puerta!
Sin embargo, nunca admiré sus manos delicadas como a éstas ... tan hambrientas.
¿Con qué manos soñáis, mis Violetines?
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