Gatunos míos, que hoy toca hacer recuento del año que se nos
escapa ya. Se nos escapa con pena
incluso, pero siempre es mejor dejarlo ir que quedarse atrás.
Mi año ha tenido mucho de muchas cosas. Muchas buenas, y alguna no tanto.
De las que más a la fuerza sobrellevo, es el dolor que me causan
algunos “desajustes” en las articulaciones de mis pies. Empezó todo en julio del año pasado, y después
del uso de varias plantillas ortopédicas re-modificadas en varias ocasiones, el
dolor ha sido viajero de uno a otro lado, más o menos insoportable algunas
veces, y desde luego incapacitante muchas otras. Y además, el hecho de no poder andar mucho me
hizo ganar la mitad del peso que perdí el año anterior.
Por lo demás, lo de siempre:
2 lumbalgias severas.
Otra cosa decepcionante es que sigo sin encontrar un empleo
decente. Ya os contaré alguna que otra
cosa que me han ofrecido como una ganga.
Se me han ido este año un par de personas a las que
añoraré.
Una es un (ex)vecino de mi edad, alto, guapo, bueno,
simpático, adorable y que adoraba a mi madre.
Otra es una mujer que me acogía a veces en su casa cuando estaba
de exámenes (estudié fuera de casa). También
me cocinaba cosas ricas y me enseñó a tejer con 2 agujas (¡mis primeros patucos
de primera postura!).
Son pérdidas a las que ya hay que ir acostumbrándose a mi
edad.
Pero el 2019 ha sido espectacular en muchas otras cosas:
- No he tenido que soportar compañeros de trabajo (y jefes)
indeseables de Accenture. ¡Cuánto echo
de menos a los Siteleros! A algunos, los
mejores, les sigo viendo y nos alegramos mucho entonces.
- He tenido que eliminar de mis redes sociales a una serie
de personas a las que quería por cómo creía que eran. He descubierto que, aún hoy en día, dos tetas
tiran más que dos carretas. ¡¿Cómo
alguien que se dice socialista puede pensar como la ultraderecha?!
- He conocido a varias “posibles” parejas. Y me han propuesto cosas que … que no es que
me hagan ruborizar, no. Es que algunas
me han hecho reír y otras asquear … ¡Qué mundo éste!
Pero también conocí a alguien que … sí, ya ves, de esos que
te hacen recobrar la fe …
- Me he vuelto más consciente con la ecología y lo
sostenible. Siempre tuve el pensamiento
y la idea de la necesidad de cuidar el único planeta con cerveza. Pero ahora estoy tomando opciones personales
más fructíferas. Ya usaba compresas y
salva-slips de tela. Pero ahora, por
ejemplo, he reducido el uso de pañuelos y servilletas de papel, cambiándolos
cuando es posible por los de tela. Poco
a poco, paso a paso, es una tarea personal el no elegir lo que no es ecológico,
ya sea en casa o a la hora de comprar.
- El voluntariado de este año que más me ha marcado ha sido
con la primera WordCamp para desarrolladores de WordPress. Mi identificación de aquel evento es la
imagen de cabecera de esta publicación. Por
supuesto, el evento resultó un éxito, no lo dudo, porque estaba en buenas manos. Es que tenía (tengo) algunas quejas con
respecto al uso de los voluntarios. Pero
no cambio por nada los momentos buenos que me dieron esos días.
Si algo agradezco de este año, es la experiencia que me ha
dado. Si algo le pido al que viene, es que
yo acabe como esa identificación de la WCDev 2019.