viernes, 23 de diciembre de 2016

Mejora lo bueno

Nota:  estuve varias semanas atendiendo asuntos personales y académicos y encargos de Charitinas.  Lo lamento.  Vuelvo a la carga con energías renovadas, algunas cosillas ventiladas y varios exámenes aprobados.

Te recomiendo la lectura Quédate con lo bueno de mi otro blog Divina Valentina.

No siempre todo es maravilloso.  Procura quedarte con lo bueno.  Pero si algo no es todo lo bueno que quieres … ¿porqué no lo mejoras?

Mi ordenador portátil es un HP Pavilion con unos añitos.  Sinceramente, es un fiasco de ordenador.  No me gusta nada de él:  desde la gestión del sistema operativo al teclado birrioso, pasando por la gestión de recursos o lo defectuoso de sus puertos USB.  Para colmo, la tapa del portátil es pulida, y se raya con muuuucha facilidad.

No sabía cómo arreglar ese aspecto tan desastroso y me puse en contacto con mi yo artesano Charitinas.  Pero tampoco se me ocurrió mucho.
Hablando con Carmen, de Manualidades Carmen Carranco, me descubrió la solución:  hacerle decoupagé con papel de arroz o servilletas.
Después de comprarle unas servilletas divinas de rosas en tropel, al final me topé con un gran papel de arroz de uno de mis artistas favoritos:  Alfonso Mucha.  Y el diseño escogido disimula el logotipo HP del centro de la tapa.

Siguiendo los consejos que anoté de las clases anteriores con Carmen Carranco, toda una profesional, apliqué el papel centrado y logré que tapara todos los arañones de la tapa.  Una vez seco, decoré un poco con pintura metalizada en relieve y algún que otro toque de barniz dimensional.  Por último, una buena capa de barniz protegerá mi diseño.

 Os dejo algunas fotos donde de la tapa del portátil completa y también de los detalles en relieve.

Charitinas, ordenador personalizado





¿Qué os parece?
En dos ratos conseguí un resultado sorprendente, único y, desde luego, mejor.  Sin cambiar de ordenador, sin gastar en productos caros, usando material que ya tenía, … me quedo con lo bueno.

Quédate con lo bueno.  Y si no ves lo bueno, pónselo tú ... o encárgaselo a Charitinas, caprichos artesanos.


Feliz Navidad, mis Valerines

Quédate con lo bueno

Nota:  estuve varias semanas atendiendo asuntos personales y académicos y encargos de Charitinas.  Lo lamento.  Vuelvo a la carga con energías renovadas, algunas cosillas ventiladas y varios exámenes aprobados.



Quédate siempre sólo con lo bueno.
   Cuando te despiertes temprano y te pese el sueño en los párpados, recuerda que hoy también te has despertado … y eso es bueno.
   Cuando tengas que levantarte temprano, recuerda que te puedes levantar … y eso es bueno.
   Cuando tengas que ir al trabajo, recuerda que tienes trabajo … y eso, aunque no lo creas, es bueno.
   Cuando no sepas qué ropa ponerte para salir, recuerda que tienes donde escoger … y eso es bueno.
   Cuando te preocupe la dieta, recuerda que tienes comida … y eso es realmente bueno.
   Cuando te canses de quien te recuerda que te pongas el cinturón de seguridad, y que llames cuando llegues, piensa que eso es que te quieren … y eso es bueno.
   Cuando llegas cansado a casa, recuerda que hiciste mucho hoy, y que tienes casa … y eso es bueno.

La familia llega en Nochebuena con esas reuniones de cuñados pesados … y mejor no hablamos de las suegras ... y las cuñadas cotillas y los hermanos que sólo saben poner pegas después de todo el esfuerzo que hiciste para atenderlos.  Recuerda que tienes familia que aún quiere estar contigo ese día de Navidad … y eso es bueno.

   A lo mejor tu vida te parece un asco, pero tienes muchas cosas buenas … y si no son tan buenas … no todo es malo.  Tú quédate con lo bueno … y aprende del resto … y poder aprender es bueno.

   No siempre todo es maravilloso.  Procura quedarte con lo bueno.  Pero si algo no es todo lo bueno que quieres … ¿porqué no lo mejoras?

¡Feliz Navidad, mis Valentines!

lunes, 31 de octubre de 2016

Definiciones y etiquetas

Hola, mis Valentines. ¿Cómo estamos hoy?
Hoy tenía ganas de hablaros de una discusión por escrito que tuve hace unos días.
Soy seguidora del canal de Youtube Pretty and Olé porque algunos de sus videos me parecen interesantes.
En uno de los videos (Porqué no soy Vegetariana), como no, se comenzó la típica dialéctica entre la bondad o no de las dietas vegetarianas y veganas.
No recuerdo quién, pero una persona vegetariana comentaba que no le gustaba que la llamaran vegetariana.  A lo que alegué que indicar que un vegetariano es vegetariano no es una etiqueta, sino una definición-aclaración.

Por ejemplo:  yo estoy gorda (porque me sobran algunos kilos, según la definición del diccionario).
Si alguien comenta que estoy gorda en el transcurso de una conversación, no me está etiquetando de gorda y no puedo ofenderme (otra cosa es el poco tacto con que lo comente, vale, o que sea repetitivo).
Sería distinto si esa persona me llamara "tú, gorda" (en vez de por mi nombre), o se refiriera a mí como "la gorda".  En este caso, yo me acordaría mentalmente de su madre (porque yo no digo palabrotas) y le mandaría personalmente con esa madre para que le enseñe educación básica.
Si yo no quisiera que alguien dijera que estoy gorda, bastaría con perder los kilos que me sobran.  Pero no tengo un trauma por esos kilos, y por tanto no me ofende serlo.  Sólo me molestaría cuando se dice con intención denigrante.  Eso sí, no ofende quien quiere, sino quien puede.

Del mismo modo, si alguien que no come carne, no quiere que le llamen vegetariano, debería ampliar sus hábitos alimenticios en dirección a la carne.  ¿Por qué? Porque los vegetarianos son los que no comen carne (lo dice el diccionario). ¡Fácil!
Si no quiere que la distingan como vegetariana, tal vez no sea algo de lo que quiera presumir en cada situación de su vida.
Comprendo que se ofenda si alguien se burlara de esa persona por ser vegetariana.  Ahí, le doy toda la razón.  Pero no puede uno ofenderse porque le llamen lo que dice el diccionario que es.


Luego hubo otras discusiones que ya son para otro día.  Pero, desde luego, aprendí mucho de ellas.

Escondida

Cuando el pasado te persigue ... o te acabas encontrando con él, o te encuentra cuando menos te lo esperas.
Deja ir al pasado, para que no vuelva a hacerte daño otra vez.
Para que venga lo bueno a tu vida, recuerda siempre dejar espacio libre.  Olvida lo que ya no te vale porque no era para ti (si es el caso, agradece todo lo bueno que te dio).


Triunfa en la vuelta al cole (5): Mi plan UPITO para organizarte


Nota:  Puedes ver una adaptación de estos consejos en Triunfa en la vuelta al cole (3): Mis 8 llaves para optimizar el tiempo

Muchas veces nos despertamos sin ganas de nada, hacemos como que trabajamos todo el día y nos acostamos agotados con la sensación de no haber hecho gran cosa.  ¿No te preguntas porqué?  La respuesta es que no organizamos nuestras tareas ni por asomo.
Te presento mi Plan UPITO para hacer más y mejor.

1) Salta de la cama con alegría

Despiértate temprano, una ducha rápida, la colonia de baño, y un buen desayuno (sin falta) con leche, cereales y alguna fruta.
¿Tienes tiempo para una caminata de 30 minutos?  Si es así, ¡estupendo!, esto te despeja para todo el día y aprovechas para comprar el pan.  Si no, déjalo para más tarde, o procura caminar bastante a lo largo del día.
Respira hondo, que hay que coger al toro por los cuernos.

2) Recoge un poco tu lugar de trabajo/estudio

El color naranja claro te hará sentirte animado/a y optimista.  Recógete el pelo porque te va a estorbar.  Si trabajas en casa, ponte ropa cómoda;  pero nunca vieja o sucia.  
La tarde-noche anterior debiste dejarlo todo recogido.  Échale un vistazo. ¿Todo bien o es un desastre ya?
No soy muy dada a usar un idioma extranjero pero, como cantaba Stevie Wonder … Don’t worry, be happy.  Y si no eres happy (feliz), bebe un vaso de agua, que vamos a lograr que seas un poquito más feliz.
Todo funciona mejor sin distracciones, y anima más a hacer las cosas. Recoge tu espacio (haz las camas, limpia la mesa, ordena tu escritorio, etcétera).  Estas simplezas te darán la sensación de que ya tienes algo hecho y ya has empezado.
Antes de coger los materiales que necesites, usa rutinas rápidas que te hagan sentir cómoda: abre las ventanas, pon música alegre (o suave, si necesitas concentración), enciende incienso, tómate una infusión, ...
Si trabajas sentado, prepara el escritorio o tu mesa de trabajo con la primera entrada de esta serie: Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa delestudiante

¿Lo tienes todo a mano? P’alante, sin distracciones por el camino.

3) Pregúntale a los que saben de esto:  tu calendario mensual y tu agenda.

Hablaremos con más detenimiento de cómo se usa la agenda en publicaciones siguientes de esta serie.  Si aún no tienes tu agenda, te recomiendo las agendas personalizadas de Charitinas.
Aunque al principio te cueste, sé constante en esto y verás pronto los resultados.
Coge la agenda y revisa lo que tienes que hacer (y que anotaste anoche, por supuesto).  Organízalo a lo largo del día, atendiendo prioridades:  lo Urgente, lo Prioritario, lo Importante, y TOooodo lo demás.
Administra bien el tiempo, porque se desperdicia mucho en tonterías.  Y ponte una hora tope para cada cosa, para no distraerte demasiado.

4) El plan UPIto en detalle

Aunque no lo parezca, sólo unas pocas tareas nos dan muchos beneficios (por ejemplo, mantener el orden y limpiar), y una gran mayoría las que nos quitan el tiempo (tener que ordenar y limpiar cada dos por tres). Céntrate en hacer bien lo importante, y el resto vendrá solo.  Si dudas, pregúntate porqué tienes que hacer algo, y qué pasaría si no lo hicieras.
Este es el plan UPITO, algo sencillo pero eficaz para saber qué tienes que hacer:
- U - Si tienes algo URGENTE que hacer, ¿qué haces leyendo esto?.  Corre, que no espera.
- P - Encuentra lo que es PRIORITARIO y resáltalo.  Las citas no pueden esperar, ya sean una reunión, el médico, el veterinario, el examen o la sesión golfa.
- I - Entre hueco y hueco de tareas urgentes y prioritarias, ve haciendo las IMPORTANTES, así todo marchará bien.  Empéñate en hacer esto con eficiencia para no tener que repetirlo.
- TO - En los momentos bajos o de descanso, haz TODO lo demás (lo rutinario), como vaciar las papeleras, doblar la ropa, ordenar los cajones, etcétera.

5) Los 5 consejos que ya habrás escuchado mil veces:

(1) Las cosas más difíciles se hacen lo antes posible, para que te coja más despejado.  Y es que rendimos más al poco de despertarnos (salvo que te acostaras a las tantas, claro).
(2) Descansar es tan importante como hacer.  Par ser efectivo y mantenerse concentrado hay que relajarse unos 5 minutos cada hora de trabajo.  Levántate, pasea, charla un ratito, mira el móvil, pica algo para reponer energía (un descafeinado o algo con azúcar) … y a seguir con lo que te dice la agenda.
(3) Si te sientes cansado, puedes aliviar la fatiga mental con aromas de eucalipto, romero y vainilla.
(4) A veces surgen imprevistos ineludibles de última hora.  Hazlos según su nivel de urgencia o prioridad, y anota en tu agenda lo que no puedas hacer (en las tareas pendientes).  Así, si un día ocurre una urgencia, algo interesante o simplemente no te encuentras bien, podrás plantearte sólo hacer lo imprescindible primero, y ya irás añadiendo tareas importantes si vas teniendo tiempo.
(5) Si se tercia, fotografía el resultado de tu trabajo para copiarlo o mejorarlo en veces sucesivas.

6) Se acabó por hoy:  mañana más y mejor

¿Cómo te fue?  Seguro que mañana lo harás incluso mejor.  Ya puedes repasar tu agenda y planifica el día siguiente.
Recoge tu espacio:  orden, limpieza y ventilación hacen maravillas.  Despídete de tus macetas y animalitos, verás que lustrosos están mañana.
Relájate, pon a ventilar tu habitación mientras cenas algo ligero (con algo de fruta o un lácteo).  Y mientras haces la digestión, puedes preparar la ropa del día siguiente, leer, hacer un sudoku o llamar por teléfono.
Y ahora, a dormir del tirón, porque te lo has ganado y ya lo tienes todo listo para triunfar mañana.

Buenas noches, mi Valerín.


lunes, 24 de octubre de 2016

Mi horóscopo y la depre

Mi horóscopo dice que esta semana tengo que a estar depresiva … Yo he decidido que no quiero, no quiero, y no quiero.
No es por llevar la contraria (cosa que me entretiene, la verdad).  Tampoco es que no me guste mi horóscopo (cosa que me encanta, por supuesto).
Es simplemente que no quiero estar depre sin motivo … hummm … bueno, vale, lo mismo sí que tengo motivos, pero no importa.
No pienso estar depre porque es que tengo muchas cosas que hacer y cuando uno está alicaído la agenda no avanza.


Aquí os dejo un poemilla algo nostálgico para que se contenten los que escriben mi horóscopo, que no los he visto yo muy inspirados esta semana.

Poema con fondo del río Guadalquivir y la Giralda a lo lejos, visto bajo el puente de Triana

Si les pasa a ellos, tampoco es acoso

Hace unos días leí una noticia en un periódico.
Me fijé por casualidad, ya que la noticia se contaba en 46 palabras, incluido el titular.
El titular reposa:  << El Govern descarta el acoso a la niña de Palma. >>
Y el texto fluye con estas premisas estancadas:
- La niña de 8 años agredida en un colegio no sufría acoso.
- Los golpes se debieron a un forcejeo espontáneo por una pelota
- No hubo intencionalidad previa.

Jilguero en el Puente de Triana

Sigo bebiendo después en otras fuentes.
- La niña de Mallorca fue víctima de una agresión y no de acoso, afirma Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior.  Insiste, a su vez, en el esfuerzo de la Administración General del Estado para proteger a los menores de este tipo de situaciones, poniendo de ejemplo el Plan Estratégico de Convivencia Escolar del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
- La Consejería ha calificado la agresión de leve, la Fiscalía de menores le quita hierro al asunto, y el centro educativo permanece en absoluto silencio frente a los padres de la agredida.
- En Baleares se han multiplicado los casos de acoso y ciberacoso, agresiones a docentes y conflictos graves en el entorno escolar, siendo las autonomías con más problemas en este terreno.

Y se quedan así, tan panchos …
Y yo me quedado de piedra.  Se me tiñeron los ojos de ceniza al comprobar cuán tramposa es la Justicia.
Y me pregunto qué ha pasado, cuando días antes, la portavoz adjunta del Govern, Fina Santiago, calificaba los hechos como absolutamente inaceptables y sin excusa alguna, con unas consecuencias físicas importantísimas.

Voy a hacer una acusación en toda regla:  seguro que alguien de la junta directiva de ese colegio (Colegio Público Anselm Turmeda en la barriada de Son Roca) está muy apegado a alguien importante de la Consejería de Educación y Universidad Balear.

Ojalá no les pase a uno de sus hijos, sobrinos, nietos o conocidos lo que a esta criatura de 8 añitos.
Porque si les ocurre, tendremos que recordarles que:
- molestar, menospreciar, insultar y amenazar no es acoso.
- encerrarle en clase y que ni los profesores se den cuenta, no es acoso ni negligencia por parte del colegio
- pegarle de vez en cuando no es acoso
- que le inmovilicen para que 12 niños le pateen, no es acoso.
- Y si resulta que esos 12 niños le superan en 4-6 años, eso tampoco es acoso
- Que no haya nadie vigilando el recreo, no es negligencia
- que ningún profesor se de cuenta de que le han pegado una paliza, no es negligencia
- que el profesor/a argumente que el niño al que le han pegado una paliza se ve estupendamente, no es negligencia
- Que nadie se le cuente a su madre que a su hijo le han pegado una paliza, es lógico
- que haya sido la propia madre quien se haya dado cuenta de que a su hijo le han pegado brutalmente, y haya tenido que llevarla al hospital, es lo normal
- que el niño agredido tenga que estar varios días hospitalizado, es lo menos que se puede esperar.
- que esos matones (menores de edad, pero matones) sigan acudiendo al colegio como si nada, es algo justo.
- que desde el colegio se les avise a los matones que sigan que cayeron jugando sobre el agredido, es lo de menos.
- que el colegio esté presionando a todos los alumnos para que no hablen, es lo que haríamos todos
- Una fisura de costilla, desprendimiento de riñón, un hematoma en la cabeza y múltiples contusiones, bueno, a quién no le pasa.
- si el menor puede morir por lesiones en zonas vitales, a quién le importa.
- que los padres de los matones le llamen diciendo que no tienen nada que ver con la paliza que le han dado a su hijo, es algo comprensible.

Total, si sólo es un niño como otro cualquiera, qué más da si no es acoso y es sólo una casualidad … ¿O acaso no sería así, si en vez de ser una niña ignota es el hijo de un político, o el hijo de algún profesor de ese colegio?


martes, 11 de octubre de 2016

Triunfa en la vuelta al cole (4): el calendario mensual

Un calendario mensual es un sistema de apoyo para tu agenda, que te ayuda a controlar mejor tu productividad a l/p.
Si quieres ver ejemplos de calendarios mensuales, puedes visitar  esta entrada del blog de Charitinas, caprichos artesanos, o en su página de calendarios mensuales.

¿Qué debe contener un calendario mensual?

Los apartados mínimos son:
  • un calendario bi-anual o tri-anual, a 1 página, para poder ver a la vez este año y el siguiente y/o el anterior
  • un calendario del año anterior a 1 página,
  • un calendario del año actual a 1 página,
  • un calendario del año siguiente a 1 página, y, por supuesto
  • todos los meses del año actual, en vista mensual, a 1 página c/u.


¿Cómo debe ser tu calendario mensual?

Pues debe tener una característica importante: que sea práctico.  Lo primordial es que quieras usarlo.  Da igual que tenga todos los apartados anteriores.  Si no te animas a darle uso, es para nada.

1) Lo primero que te recomendaría es que tenga el tamaño apropiado.  Si lo vas a tener colgado detrás de la puerta, puede ser grande.  Pero si va a estar en tu tablero de corcho, depende del espacio que quieras reservarle (en grande, o sólo un cuarto del tablón).  Si además, pretendes llevarlo en el bolso, ya ni te cuento lo que debería reducirse.
Mi recomendación:  tamaño folio o medio folio tras la puerta o en el tablero;  o bien uno que quepa en el bolsillo de tu agenda.  Es lo más práctico a la hora de organizarse:  tenerlo siempre a la vista o siempre a mano.

2) Lo segundo es que te sea cómoda al verla:
  •  fechas claras, con los festivos en rojo
  •  con suficiente espacio en los recuadros de cada día
  •  con espacio para otras anotaciones en los márgenes
  •  con una página por cada mes para que puedas anotar particularidades
  •  que cada mes incluya un contador de semanas.

3) Lo tercero es la personalización (customización es un anglicanismo y, de paso, una catetada): 
  •  Elige un modelo que combine contigo, con tus gustos, tus colores, tu estilo.  Charitinas, caprichos artesanos te lo hace a tu capricho en un periquete, y a buen precio.
  •  Ponle tu nombre.  Que tú sepas que es tu calendario, y el calendario sepa que es tuyo y está para servirte.  Ya sé que parece una tontería, pero esa idea mutua de posesión ayuda psicológicamente.

¿Cómo usar tu calendario mensual?

Una vez establecidas las relaciones entre tu calendario mensual y tú, anota en un papel lo que es importante para ti a nivel de organización. 
¿Lo tienes ya claro?  Ahora apunta antes de nada en cada mes: (en ese orden y tachando lo que no proceda)
  •  los festivos y las vacaciones
  •  las citas médicas como vayan surgiendo
  •  las renovaciones:  el dni, el inem, el seguro del coche,
  •  fechas de los pagos de suministros (agua, luz, gas, teléfono, seguros, etc.)
  •  Fecha máxima de entrega de trabajos, estudios (anota también el día que los entregaste si fue antes o después)
  •  Cuándo tienes exámenes y otras pruebas
  •  los días que trabajas y los que te ausentas del trabajo (ya verás como luego la nómina está clara)
  •  los días que vas a clase y los que no vas (anota el motivo).
  •  Eventos a los que quieres acudir:  cursos, seminarios, ferias, exposiciones, etc.

Ahora ya tienes en tu calendario mensual todo lo importante.
Con esto a la vista, podrás ver los huecos que quedan para las tareas del día a día y dar el máximo de ti mismo y organizarte día a día.
Tenlo siempre presente, y no se te olvidará nada de nada.  ¡Disfrútalo!

Nota:  no te olvides de comprar tu calendario mensual del siguiente año con antelación (3 meses antes), para así poder planificar eventos que ya conozcas o a los que debas anticiparte.



lunes, 10 de octubre de 2016

Una década ya

Hay momentos en la vida en que el tiempo se para.
Pero también hay épocas en las que el tiempo vuelve atrás ... pero que muy atrás.  Y ahí nos quedamos, hasta que un golpe de realidad nos desvela.  Y nos zarandea y nos repite, que nunca hay vuelta de nada, porque no hay nada más.


Depresión postvacacional

Buenas noches, mis Valentines.  ¿Cómo empezamos la semana?
La semana pasada estuve en un curso intensivo, y apenas puedo percatarme de ello.  Pero hoy, lunes ya, sigo con mi síndrome postvacacional.
¡Y eso que no me fui de vacaciones!



Hoy estuve leyendo el blog de Isa, a quien conocí en el curso de la semana pasada (menudo equipo formamos entre 12 personajes buenos). En su entrada de hoy, Duda existencial, habla de los que van sembrando amarguras en vidas ajenas.  ¡Y mi depresión posvacacional me bajó de golpe, como la regla!

Tengo unos vecinos especialmente problemáticos.  No es que se droguen ni armen fiestas de madrugada, ni nada de eso, no.  Es que son amargantes.
Todo el mundo tiene un vecino tocapelotas y yo también lo tengo.  En el bloque, en el barrio, y en muchos otros sitios, lo conocen por su nombre, su apodo y un par de apodos chistosos (y alguno que otro insultante que no mencionaré).  Llamémosle, por preservar su privacidad, mi vecino Totoro.
Y no está solo.  Está él … y su mujer, que es peor que él, pero por lo bajini.  Llamémosle la Totora, seguidme el juego.

Jubilados ambos ya, Totoro y Totora, se tiran unas vacaciones de escándalo, de al menos 3 meses.  Son 3 meses de escándalo para mí, que los tengo enfrente.
Pero claro, las vacaciones se acaban.  Y se acaban demasiado pronto siempre.  Tanto, que si pudiera, les pagaba las vacaciones todo el año, aún apenándome por los pobres vecinos que les soportan esos meses de vacaciones (que nos consta con testimonios que les ocurre lo mismo que al resto de mi edificio).

Ya os iré soltando perlitas de esta pareja de desgraciados.   
¡Ay, se me acabó la paz hace 2 semanas!  ¡Terrible, mi depresión postvacacional!.



¿Cuántos Totoros/as hay en tu vecindad más cercana?

Un saludo, mis Valentines.

sábado, 1 de octubre de 2016

La gente está fatá'

El fin de semana pasado, alguien que decía que me apreciaba mucho malinterpretó mucho-mucho-mucho mis palabras. Y como una cosa lleva a la otra (y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid), decidió insultarme públicamente en una red social. Y no sólo eso, también exigía una disculpa pública por la afrenta a su persona (bueno, tal vez no pudiera expresarlo con esas palabras, pero más o menos eso). Y, ¿digo yo? ¿Es tan difícil hablar las cosas en persona?, ¿Hay que pensar mal de alguien de buenas a primeras (sobre todo donde es imposible hacerlo)? ¿Tan pronto se llega del cariño a la desconfianza? ¿Y de la desconfianza a lo irrespetuoso? ¡Así nos luce el pelo, mis Valentines!

No quiero nada

Hay días en que una no está pá' tonterías, y se lía la manta a la cabeza, y dice aquello de <<¡Hasta aquí hemos llega'o!>> ... y manda al cuerno a todo el mundo. ¿Te suena de algo?

Triunfa en la vuelta al cole (3): Mis 8 llaves para optimizar el tiempo

Valerín, hace un mes que se acabaron las vacaciones, que empezó el nuevo curso, que volvimos al trabajo, y que volvió a casa ese vecino al que nadie soporta.
El sol se va apagando cada día un ratito antes, y se enciende un ratito después.
Pero eso no significa que tengamos que vestirnos de otoño el alma. Aquí lo único que se caen son las hojas, porque los ojos los vamos a tener bien despiertos para despuntar como nadie en este otoño bendito.
Yo tiendo a tener muuuuuchos imprevistos en mi vida. Para que eso no me agobie, planifico todo lo que puedo en mi agenda, que os comenté en la página de bienvenida que se llama Valeria. Os doy las 8 llaves que abren y cierran mis relojes.



1) ¡Buenos días, mi Valerín!

Lo primero del día: despiértate temprano, agradece (a Dios, al Universo, a quien comparta tu casa, o a tí mismo) que sigues vivito y más o menos coleando. Dúchate (no más de 5-10 minutos) y desayuna bien. Esto es siempre lo más importante, si no, tú día cojea.
Si puedes, sal a dar un paseo de 30 minutos a 1 hora a buen ritmo.  Así te despejas y el día va ya de corrido. Pasea al perro, al gato, a tu abuelo o a ese vecino amargado que nadie quiere … Verás qué bien os sienta a los dos.
Si no has podido caminar, no te preocupes:  vete andando al trabajo o da el paseo por la tarde.

Ahora sí, empezamos el día con ganas:  haz unas pocas respiraciones profundas, que allá vamos.

2) Tu lugar de trabajo o tu escritorio

Si trabajas sentado, prepara el escritorio o tu mesa de trabajo.  Te recomiendo ver la primera entrada de esta serie: Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante
La noche anterior debiste dejarlo recogido.  Échale un vistazo.  ¿Tienes tu plantita cerca?  ¿Encendiste la luz ya?  ¿Cogiste agua fresca para todo el día?
Riega la planta, enciende la luz y bebe un buen trago de agua.  Coge lo necesario para comenzar a ser efectivo.

3) La agenda por bandera

Coge la agenda, ábrela y revisa todo lo que tienes que hacer (y que anotaste anoche, por supuesto).  Organízalo a lo largo del día, atendiendo prioridades:  lo urgente, lo prioritario, lo importante, y toooodo lo demás.
Hablaremos con más detenimiento de cómo se usa la agenda en la siguiente publicación de esta serie.
Si aún no tienes tu agenda escolar, te recomiendo las agendas personalizadas de Charitinas.
  • Anota primero las citas ineludibles y luego las tareas urgentes. 
  • Ejecuta las tareas más difíciles en las primeras horas, cuando rendimos más porque estamos más despejados. 
  • Haz las tareas importantes con esmero, para no tener que repetirlas. 
  • Programa descansos de 5-10 minutos cada hora más o menos. Relájate lejos de lo que estabas haciendo, y así evitarás “quemarte”. 
  • Cuando ya estás más cansado, tómate un respiro con un café o algo de picar.  Ese aporte de cafeína, azúcar o lo que sea, te devolverán tu energía. Mientras te recuperas del todo, resuelve tareas rutinarias.  Por ejemplo, yo doblo la ropa u ordeno mis cachivaches mientras veo un trozo de película (sí, las veo a plazos). 
  • Programa al menos una hora diaria para imprevistos de todos los días.  Eso te dará margen por si alguna tarea se alarga más de la cuenta o te llaman por teléfono todos tus amigos.

4) Distracción mala, mala, mala

Deja muy poco hueco a las “distracciones”.  No mires el correo electrónico antes de haber terminado una tarea importante.  Igual  pasa con las redes sociales:  cuando termines la segunda tarea importante del día, podrás echarles un vistazo de 10 minutos (ni uno más).  Y así sucesivamente.

5) Se acaba el día

¿Lo has hecho más o menos todo?  ¡Óle!
Si no es así (a pesar de que te has esforzado), no te frustres, no pasa nada.  Lo has hecho todo lo mejor posible y mañana tienes otro día para seguir dándolo todo.  Tu agenda te echará una mano.

6) Despídete de tu agenda

Lo último del día es revisar tu agenda y planificar el día siguiente. 
Si tienes dudas sobre cómo se planifica en la agenda, revisa la siguiente publicación de esta serie (en una semanita). La primera es:  Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante

7) Adelanta trabajo para mañana

Recoge tu lugar de trabajo. Deja todo ordenado, límpialo un poco y ponlo a ventilar para que mañana esté despejado.  Despídete de tu plantita hasta el día siguiente.

8) Relájate antes de dormir

Pon a ventilar tu habitación. Ahora, una cenita ligera donde no falte fruta o un lácteo. Para no acostarte con la digestión a medio hacer, prepara mientras la ropa del día siguiente y lee un ratito o haz un sudoku. Ya puedes dormir tranquilo porque ya lo tienes todo previsto.  Eres una persona de pro.  Buenas noches, mi Valerín.


¿Qué te parecen mis llaves, Valerín?

jueves, 29 de septiembre de 2016

Congelador Bosch de acero inoxidable ... oxidado

Valentines, esto no es un texto copiado de ninguna parte. Me acaba de ocurrir a mí, Rosario Gata, en mi casa. El técnico acaba de irse.


Hace unos meses que me di cuenta que se me ha oxidado el lateral de un congelador Bosch de acero inoxidable antihuella. Todo el lateral de arriba a abajo.
El frigorífico está en garantía (cumplió un año en mayo) y lo compré en Media Markt España.


 La tienda se desentiende, me manda al técnico de Bosch.
El técnico de Bosch me atendió correctamente, pero Bosch se desentiende igual que la tienda.


 1) La solución de Bosch es el pulimento de las manchas de óxido con un producto que debo comprar. El producto sólo quita la mancha que chorrea, pero no el óxido. (Lo ha usado el técnico delante mía y las picaduras corroídas siguen ahí)


 2) Bosch dice que lo habré limpiado con productos inapropiados. Pero el caso es que ese lateral está semioculto por otros muebles, y lo limpio justo con la misma bayeta de microfibra muy exprimida con que limpio la puerta y el otro lateral. La verdad, no se mancha con facilidad un lateral de un electrodoméstico detrás de un mueble.


 3) Bosch dice que como vivo a 250 m del río Guadalquivir, pues es zona de mucha humedad y por esos se me ha oxidado. Eso significaría que el acero inoxidable se oxida en zonas de playa y fluviales, pero sabemos que no es así.


 4) Bosch dice que la puerta de mi congelador es de acero inoxidable, pero el lateral es pintado. Bosch debería saber por la ficha del producto que le envió el propio técnico que es de acero inoxidable entero, de arriba a abajo, de delante a atrás. Mi frigorífico Siemens, sin embargo, tiene los laterales pintados y no se ha oxidado ni una mijita, nada de nada.


 5) Pagué más caro un congelador que fuera entero inoxidable antihuella, para que no se me oxidara en su vida útil. Es lo último que pago de Bosch, pero desde luego, no lo último que publicaré.


martes, 27 de septiembre de 2016

Cuando lo supe

Volver a encontrarte con el pasado, trae al presente las rosas y las espinas, pero también las raíces que te anclan a la realidad.

Poema Cuando lo supe - Autora:  Rosario Gata Sánchez

lunes, 19 de septiembre de 2016

Triunfa en la vuelta al cole (2) - Mi escritorio personal

En la entrada anterior (Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante) os di unos pocos de consejos sobre cómo ordenar la mesa de estudio o trabajo.
Yo ya no estoy en mi época de estudiante febril, aunque siempre sigo estudiando de múltiples formas.


Este es mi escritorio, que está en mi habitación.  De hecho, está justo debajo de un inmenso espejo.

Mi mesa es muy pequeña, como ya os comenté, y con el ordenador ya pierdo la tercera parte efectiva de ella.  Pero es indispensable para mí usarlo.  Por cierto, la tapa está muy estropeada, así que estoy pensando hacerle un poquito de decoupage un día de estos.



En mi lado izquierdo de la mesa sólo hay una vela de jazmín y un minicorcho enmarcado.  También me hice un mini-calendario mensual donde anoto alguna cosilla que luego compruebo en la agenda.  Justo en la pared de al lado, hay 2 pequeñas lámparas leds flexibles que no se ven en la foto.
Pero en mi lado derecho hay muchas más cosas:  la botella de agua de 3/4 l, tres "libros blancos" que hice yo, una cajita de scrapbook, y delante de todo, el lapicero.



Aquí ves mi agenda, y mi libreta de notas actual.  Al fondo tienes el corcho en un marco verde hoja empolvado chulísimo.



Estos son mis "libros blancos", que puedes ver en mi página de Charitinas en facebook.  El malva tiene apuntes de webinars y eventos a los que asisto. La pequeña tiene los encargos de artesanía personalizada de Charitinas.  Y la del pájaro es un "bullet journal" a mi modo (notas inconexas, poemas personales, detalles que consulto a menudo, etc.).




Esta caja la hice yo para tener a mano la carpetita de post-it, una libretita, una caja con pinzas, el sacapuntas, y esas cosas, y otra con caramelos sin azúcar.
El sobre que hice a juego con la caja, para guardar algunos papeles sueltos que debo revisar en breve.


  
Estas bolsas guardan útiles de escritura y cables y eso.

Y esta es mi caja de cleanex de madera, que hice hace ya unos años.

Triunfa en la vuelta al cole (1) - La mesa del estudiante

Mi mesa de estudio/trabajo es muy-muy pequeña.  Pero en ella me apaño bien.  ¿Cómo?  Teniendo en ella sólo lo indispensable.  En mi mesa no hay apenas adornos, pero sí todo lo que necesito cerca siempre.




Si empezamos el curso y la mesa de estudio de tu hijo/a es una leonera (aplicable también al cuarto), tienes que leer esto sí o sí.  Si ya eres mayorcito/a y no sabes qué hacer con tu mesa, pero sabes que no es la mejor para estudiar, no te saltes estas líneas.  Y si vuelves al trabajo después de un duro verano de descanso y más descanso, también te vendría bien echarle un vistazo.

Un espacio limpio, recogido, y práctico es posible.  No sólo porque queda muy bonito, sino porque, además, resulta más funcional.  Todo funciona mejor sin distracciones, y anima más a hacer las cosas.

El desorden que vemos nos confunde, así que manos a la obra para ir de lleno a por la meta:  hacerlo todo lo mejor posible.  Concéntrate.

Lo primero, vacía la mesa y límpiala.  Si tiene la superficie estropeada, arréglala:  ponle un vinilo, fórrala con algún papel bonito y claro (como si fuera decoupagé) y barnízala, o como quieras.  Lo mejor es ponerle encima un cristal de cantos redondeados para que no se estropee la superficie.

Después, busca algunas cajas de zapatos o fiambreras de varios tamaños para ir ordenando todo lo que hay en la mesa.
Ordena según el tipo de material, pero también según lo necesites a diario o de vez en cuando.  Por ejemplo, yo tengo en mi escritorio una regla de 20 cm, pero en la estantería tengo las de 30 a 60 cm, que necesito como 1 vez por semana como mucho.
Reserva también los apuntes, que no pueden estar en la mesa, pero los necesitarás todos los días.

Cuando ya sepas todo lo que tienes, vuelve a ordenar.  Todo lo que quieras tener en la mesa debe caber en una caja de zapatos.  Cuando hayas escogido el material, colócalo bien en la mesa.  Lo normal que debes tener es:
a) En el lado contrario a la mano con la que escribes
- la lámpara de mesa (usa luz blanca, mejor de bombillas leds)
- Un calendario de mesa mensual, donde puedas anotar algo básico
- Algún adorno muy pequeño que te guste y anime.
b) En el lado de la mano con la que escribes (puedes ponerlo todo de pie en una cajita mona)
- un bote lapicero con lo que uses en casa (es decir, una copia de lo que lleves en el estuche de clase y la regla, algunos rotuladores o lápices de colores, etc).
- un estuchito, cajita o mini neceser, con los útiles de escritura que no van en el lapicero (goma, sacapuntas, tipex, clips, grapadora pequeña, fixo, pinzas, …)
- una libreta de notas
- una carpetilla o sobre con post-it de varios tamaños/colores
- la agenda (te recomiendo una escolar, como las que tiene totalmente personalizadas Charitinas en facebook).
- Una botella de agua (hidratarse es obligado para mantenerse concentrado).



¿Ya tienes tu mesa con lo indispensable?  Lo has hecho muy bien.  Peroooo, y ahora ¿qué hacemos con todo lo demás?
Fácil.  Divide y vencerás, esa es siempre la técnica:  organiza, organiza, organiza.

Igual que hemos hecho con la mesa, ahora vas a ir vaciando las cajas de cartón que fuimos llenando.
Lo principal son los apuntes, libros y diccionarios.  Ponlos de pie en una estantería justo al lado de la mesa.  (Yo ya no soy estudiante oficialmente, así que no tengo tan cerca la estantería).
En otro estante, pon una ó 2 cajas monas y coloca dentro el material de trabajo que no uses a menudo o que sea muy grande.  Por ejemplo:  una caja con útiles de manualidades (pegamento, pinceles, bote de rotuladores y lápices de colores, acuarelas), y otra con el resto de cosas (grapadora grande, perforadora de agujeritos, recambios de bolígrafos, etc).



Esto va cogiendo cuerpo.  
¿Qué nos queda?  Casi nada ya, sólo ultimar detalles.

Te falta ese tablón de corcho tan feo que todos necesitamos en nuestra vida para pinchar los recordatorios importantes (ojo, no pongas fotos, que eso distrae mucho).   Ponlo en la pared de enfrente o en una lateral, donde lo veas bien sentado y de pie.
Debajo de la mesa, coloca una papelera grande.  Si tiene separación para reciclar papel, mejor que mejor.

Por último, algo que no falta cerca de mi mesa son la caja de pañuelos (por si se me caen los lagrimones y los mocos en invierno), un botecito con gel de alcohol y toallitas limpiadoras (porque me pongo perdida con los rotuladores o tintas de manualidades), y además tengo papel secante … por los accidentes con el agua, las acuarelas, … ya se sabe.

¿Te gustan estos consejos?  Ya me contáis, Valerines.


Visita la próxima entrada para ver qué hay en mi mesa de escritorio:  Triunfa en la vuelta al cole (2) - Mi escritorio personal

sábado, 17 de septiembre de 2016

Reclamación a la supervisora de Rehabilitación

Despacho Supervisora Rehabilitacion

El jueves de esta misma semana, mis compañero y yo, fuimos a demostrarle a la supervisora de Rehabilitación (del Hospital Virgen Macarena de Sevilla) que a nosotros no se nos llama mentirosos gratuitamente.
Su despacho estaba abierto de par en par, pero ella no estaba en él.  La esperamos, porque nos había ofendido y queríamos decírselo en su cara.
Cuando ella llegó, al vernos esperándola se le cambió la cara y se le agrió el carácter.  Entramos derechitos a su despacho y le dijimos que no nos gustaba la respuesta a la reclamación.
Enseguida argumentó que ella no era la que había respondido, sino desde Gestión de usuario.
Le mostré la carta que recibí con su contestación personal a la reclamación y entonces admitió que esa parte la había respondido ella misma.
Le dijimos entonces que había mentido para salvar el culo.  Que en ningún momento nos comunicó que el fisioterapeuta encargado ese día estaba tratando a un paciente hospitalizado, sino que estaba en su casa.  Que tampoco nos dijo que ella misma impartiría la sesión (cosa ya inviable a su edad), y que era imposible que la impartiera en el poco tiempo que quedaba (sin perjudicar al siguiente grupo).
Por supuesto, se puso como una fiera cuando todos la llamamos mentirosa.  Argumentó que ella no estaba dispuesta a aguantar esa falta de respeto.  Ella es de las que se cree que si nos llama mentirosos a todos nosotros, eso no es faltarnos el respeto, porque sólo somos enfermos.

Así que la reclamación, en este caso, no sirvió de nada en un principio.  Pero creo que se lo pensará otra vez antes de volver a mentir de esa manera.  Para mí, personas así no merecen la deferencia con que se les trata, tengan la edad que tengan.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La supervisora de rehabilitación

Nota:  te recomiendo que leas antes la publicación anterior (Periplos de una hernia) para saber de qué va ésta.


Terapias grupales de Rehabilitacion

En eso estamos, en la semana pasada en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Nadie sabía a ciencia cierta cuántos días estaríamos cada uno (a mí me dijeron que 4, a otros que 2 meses, a otro que 3 días, a otro que tenían que darle corrientes, a otro que infrarojos, …).
Empezamos la terapia grupal el lunes, seguimos el martes, pero el miércoles no aparece el rehabilitador.  Cuando llevaba 20 minutos de retraso (son ya las 10’50 h), decido preguntar por él en ventanilla y me remiten a la supervisora de rehabilitación. 

Visto esto, mis compañeros y yo queremos poner una reclamación y vamos a comentárselo a la supervisora.  La supervisora, al ver allí a 10 personas, se asusta y nos atiende amablemente.
Le explicamos la situación, así que mira el cuadrante y telefonea enfadada al fisioterapeuta Mario.  Mario no ha venido ese día, ella le arma la de San Quintín por teléfono y vocifera recordándole que está su nombre en el cuadrante y que no es la primera vez que le pasa (al tal Mario).

Los afectados le avisamos a la supervisora que queremos poner una reclamación.  Ella inmediatamente nos intenta disuadir y comenta que buscará otra persona para que nos imparta la sesión de rehabilitación.  Los compañeros le decimos que no, que son ya las 11’05 h, y a las 11’30 h empieza el siguiente grupo.  Y es que si tenemos que entrar, colocar las colchonetas y las sábanas (somos el primer grupo de la mañana) y hacer los 40 minutos de ejercicios mínimos y luego de recomponernos las vértebras hay recoger las sábanas, entorpecemos al grupo siguiente (amén de que algunos compañeros tienen que coger el autobús de vuelta al pueblo).

Acudimos juntos a Gestión de Usuarios del hospital, le explicamos la situación y ponemos una reclamación conjunta (con mis datos como demandante principal) contra Mario, además de la falta de información y educación de la fisioterapeuta que nos atendió el martes.

Ya estáis en antecedentes.

Ayer, cuando llego a casa después de rehabilitación, me encuentro en el buzón con la contestación a la reclamación que pusimos el miércoles pasado.
La respuesta viene de parte de la propia supervisora, y ella alega que:
1) Mario estaba tratando a un paciente hospitalizado, y por eso no pudo atendernos.
[Eso es MENTIRA, porque el miércoles nos dijo que estaba en su casa, y la bronca que le armó no es para alguien que está atendiendo a otro paciente.  Además, estos mismos rehabilitadores nos han confirmado que sólo trabajan por la tarde, y un día a la semana tienen la terapia de mañana con nosotros]
2) Se ofreció ella misma a impartirnos la sesión.
[Eso es MENTIRA, porque no es lo que nos dijo.  Además, porque ella ya no tiene edad para impartir nada, explicarnos ejercicios o tumbarse en la colchoneta para que lo veamos bien]
3) En 15-20 minutos se hacen todos los ejercicios de rehabilitación perfectamente.
[Eso es MENTIRA, por razones obvias para todos los que sabemos sumar 2 y 2, porque son 10 ejercicios, sin contar explicaciones, cambios de postura, pon y quita colchoneta y sábana, etcétera]
4) Los compañeros no queríamos ya hacer la rehabilitación porque teníamos prisa.
[Eso es MENTIRA.  Nuestra única prisa era por no retrasar al siguiente grupo y que a los que vienen de un pueblo les diera tiempo a firmar la reclamación conjunta antes de coger el autobús de vuelta]

¿Y sabéis qué más?  Que hemos descubierto que fue ella misma la que cambió el cuadrante a los fisioterapeutas sin avisárselo ... ¡Qué toda la culpa fue suya, vamos!



Visto esto, hoy nos fuimos a llamar MENTIROSA a la supervisora de rehabilitación.  Pero no había nadie en su despacho, a pesar de que estaba abierto de par en par, todo encendido y el ordenador funcionando … ¡casualidades de la vida!

¿Qué os parece?

Periplos de una hernia

Después de muchos meses ocupada en mi salud y otros quehaceres, quiero volver a retomar otra de mis pasiones:  escribir, escribir, escribir.
Y ayer pasó algo que me despertó mi vena protestona.
Foto manualidad papel pañal, cochecito y biberón


El 1 de febrero me dio uno de esas lumbalgias repentinas mu’ malas, mu’ malas.  Era un poco más abajo de lo normal y tocando mucho las caderas. 
Cuando pasadas un par de semanas, dejé ya de llorar a cada mínimo movimiento, me di cuenta que el dolor estaba durando más de lo normal y era más intenso de lo que debía. 
Para resumir os diré que me planté en abril, por fin me hicieron una resonancia en mayo.  Para entonces, descubrieron que una hernia vertebral a la altura de las caderas había changado mis lumbares para siempre.
No sé qué será de mí cuando esa hernia incipiente coja confianza, pero ahora mismo me martiriza las caderas con ganas, cambiando mi rutina diaria.

Muy bien.  Puestos en antecedentes, os comento que en junio tenía por fin cita para el médico rehabilitador … sólo que se equivocaron y me mandaron a rehabilitación infantil.  Por muy joven que aparente ser, he cumplido ya los 44 añitos.  Como sugirió hirientemente la doctora, lo mismo yo no cabía en la camilla para niños.
A primeros de Julio, me ve por fin el médico rehabilitador general (para no infantes, vamos), y me remite a rehabilitación en 2-3 semanas.
La rehabilitación empieza el 5 de septiembre … desde el 1 de febrero, yo creo que he sido paciente.

¿Te ha ocurrido algo parecido?


miércoles, 13 de enero de 2016

Propósitos de año nuevo en firme ... chispa más o menos


Como ya comenté, el día de la cabalgata de Reyes Magos se me fue un familiar en plena flor de la vida.  Eso me hizo replantearme algunas cosas que ya había planeado en mi Valeria (sí, mi agenda se llama Valeria, pero ese tema da para otra entrada).

Ya hice una lista de propósitos bien estructurada que reestructuré a la siguiente hechura estricta:
  1. OB2024 (antes OB2048)
  2. Orden total
  3. Charitinas
  4. Xacobeo
  5. Valeria y Kakebo
  6. Revistas, pelis, series, libros, libros y más libros
Y diréis que qué significa esto.  Me temo que de aquí a nada yo también pensaré lo mismo con esta manía mía de escribirlo todo en breve y en clave.  Pero ahora es fácil:
  1. OB2024 (antes OB2048), es la Operación Biquini (por llamarla de algún modo) prevista de aquí al 2024.  Antes era para el 2048, y daba la impresión de que no iba en serio.  No me fío ni un pelo del cambio climático, y lo mismo estamos para el 2048 a 60ºC (y sobra el biquini) o bien la Tierra me da un giro del eje magnético y nos deja tiritando en un nuevo Polo Norte de carámbanos.  Por eso, mejor adelantarlo no vaya a ser que no pueda lucir tipazo entonces, ji, ji.
    Por el momento, mi operación biquini se compone de largas caminatas (mínimo 4 kilómetros) a paso ligero (mínimo 4'5 km/h).  También voy andando a todas partes si puedo y como mejor (aunque mi alimentación no está tan mal).
  2. Orden total.  Es que me desordeno rápido cuanto más se llena mi agenda.  Y eso se aplica en el mundo analógico y el digital.  Detesto el desorden y hay que frenarlo todo lo posible.
  3. Charitinas.  En el tercer puesto está mi vida profesional auxiliar.  Visto que seguimos en crisis y sólo encuentro trabajo de comercial, lo que me queda es vender mis productos artesanos.  Para ello creé en Facebook la página de fans Charitinas, mi nombre de batalla en los mercadillos artesanales.
    Luego decidí crear una web donde se organice o se presente mejor la información, especialmente fotos y eventos.  Aún está en construcción, y ultimarla es mi proyecto de este mes.  Hay que añadir aquí otras redes sociales que no había usado en la vida (sí, soy muy reacia a lo que no sea cara a cara, qué le vamos a hacer).
    Ya os iré comentando cómo va todo.
  4. Xacobeo es un sueño desde hace ya demasiados años.  Mi salud no es la misma que la que lo soñó la primera vez.  Por eso ahora, el Camino de Santiago por la Vía de la Plata se ha quedado en un deseo que se conformaría con sólo los últimos 100 km en una semanita intensa.  ¡Bueno, algún año será! ¡Snif!
  5. Valeria (mi agenda personal) y Kakebo (mi libro de cuentas dentro de Valeria), no significan otra cosa que tengo que ser más organizada.
  6. Revistas, pelis, series, libros, libros y más libros.  Bien, esto no es un propósito, es un deseo.  Me gustan las revistas (especialmente las científicas de andar por casa), las pelis de dibujitos infanto-juveniles y alguna otra (nada de drama, suspense, violencia o terror), algunas series (pocas), y sobre todos los todos, un buen libro.  Los buenos libros escasean, pero siguen quedando muchos que aún no leí.  Y pienso leer tooooodos los que pueda.
Creo que este ha sido un buen resumen de mi modo de ver el año nuevo.
Aquí debería incluir encontrar un empleo decente, pero eso es una necesidad imperial de cada día, no un propósito para este año.

Un saludo, mis Valerines.

Un año más, y uno menos

El 5 de enero se me fue sin avisar un familiar relativamente joven.  Eso te hace replantearte muchas dudas de siempre.  ¿Y si se me van o me voy de repente?  ¿Y si mi agenda se queda rellena de proyectos, planes, ideas, citas y vidas que no viví?  ¿Y si no hay más mañana que este hoy?

Hace años que mis padres sufrieron 2 accidentes de coche bastante graves.  Aunque salieron prácticamente ilesos (salvo algunas secuelas que surgieron con el tiempo), me quedó desde aquel instante el miedo al nunca más.

Desde entonces, procuro vivir de un modo más consciente, siendo aún más celosa, cariñosa y chuchona que antes.  ¿Es posible?  ¡Sí, siempre!
A veces, esto se me olvida y sigo a lo mío, con mis prisas y mis quehaceres.
A veces, me toca olvidarme de lo anterior y dedicarme a lo que realmente importa.

Cada uno tiene sus prioridades, y debería establecerlas de modo que no se arrepienta de haberse dedicado a los planes satisfactorios antes que a los que les hagan más felices.  No son lo mismo.

Buenas noches, mis Violetines

Vivimos en una era de prisas ... ¿o no?

Centro de la esfera de un reloj violeta



Prisas, prisas, prisas.
Desde que era niña he escuchado eso de que vivimos en un mundo de locos, que siempre andamos corriendo, que no pensamos en nada, solo vivir por vivir.
Nunca nos hemos parado a pensar que son frases de mayores, que escucharon esas frases de sus mayores, que a su vez llevan escuchándolas toda la vida de sus mayores y así sucesivamente.

Vivimos como queremos.
Tanto antes como ahora, algunas personas somos más "nerviosas" (como yo) y otras son más tranquilas (como mi mejor amiga).  Incluso una misma persona tiene épocas, días o momentos más en que cambian de estado.  Y es que somos como el agua que, sometida a distintas temperaturas o diferentes presiones, puede ser agua, hielo o vapor ...
Algunos dirán que eso es ser chaquetera (por la expresión "cambiarse de chaqueta").  Pero no.  Yo, que he estudiado biología e ingeniería del software, sé que eso es "adaptabilidad al medio".

No es que no nos paremos a pensar en estos tiempos.  Lo mismo se dijo cuando se inventaron los coches, y vinieron los conductores;  y antes, cuando idearon las bicicletas, y los ciclistas acudieron en tropel, y siguen a la moda ellos;  y antes aún, cuando se abarataron los libros y vinieron los lectores, siempre sumergidos en su vicio confesable (y cada vez má caro).  Y mucho antes del antes aún, seguro que algún adulto, demasiado adulto para sorprenderse o para aprender, ya pensó que vivimos pendientes del reloj por querer hacer más.
Y entonces llega alguien que te dice que esto antes no pasaba.  Mentira.  Antes se trabajaba de sol a sol, se malcomía (por que sí, mis padres han pasado hambre a pesar de lo mucho que trabajaban desde su más tierna infancia), no se tenía tiempo para nada. Y había, sin embargo, quién tenía la vida resuelta o era un vago de por sí, o simplemente se tomaba las cosas de otra manera.  Siempre ha habido de todo.
¿Y dónde me dejas los de "en el campo se vive más tranquilo"?  ¿En el campo?  ¿Seguro que es en el campo?  ¿Acaso no es el trabajo del campo uno de los más sacrificados?

Cuando alguien me suelta eso de que vivimos en una era de prisas, me gusta responderle que bendita sea la prisa que nos lleva a más en el mismo tiempo, porque eso es para mí vivir.

... Continuará.